Los Cachorros de Chicago derrotaron a los Indios de Cleveland, 8 carreras a 7, en el séptimo juego de la Serie Mundial y con ellos pusieron fin a una sequía de 108 años sin ganar un campeonato y de paso rompieron con la “maldición de la cabra”.
El equipo dirigido por Jon Maddon tomó la delantera desde el primer episodio, con el cuadrangular de Dexter Fowler. La tribu emparejó el marcador en el tercer rollo, cuando con sencillo productor de Carlos Santana que llevó a Coco Crisp a la registradora. Pero Chicago se puso al frente con dos rayitas en el cuarto episodio y aumentarían la ventaja en el quinto capítulo con cuadrangular de Javier Báez y doble productor de Anthony Rizzo, para el 5 a 1. Los locales se acercaron en el cierre de la quinta entrada, con dos anotaciones. Pero Chicago anotaría en la sexta alta con jonrón de David Ross, en ese entonces, ganaban 6 por 3.
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Sin embargo, en la parte baja de la octava, ya con Aroldis Champan en la lomita, los Indios fabricaron tres anotaciones, luego de un doblete de Brandon Gruyer, impulsado a José Ramírez y luego siguió un tablazo de cuatro estaciones de Rajai Davis, para emparejar los cartones a 6.
Las carreras definitivas cayeron en el décimo capítulo, cuando después de una suspensión por lluvia, el juego se reanudó y los Cachorros armaron rally de dos carreras, en parte al batazo de Ben Zobrist. Pero los locales todavía anotaron una carrera más y se quedaron con el empate en las bases.
Con este título, los Cachorros coronan una gran temporada, donde obtuvieron el mejor récord con 103 triunfos, luego vencieron a los Gigantes de San Francisco en la serie divisional y a los Dodgers de Los Ángeles en la serie de campeonato de la Nacional. Por su parte, los Indios y sus fanáticos seguirán con la espera, que ya se alargará a 69 años.
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