¿Cuál fue la razón que impulsó al presidente Enrique Peña Nieto de invitar a Donald Trump a visitar a México? Si lo hizo para entablar un diálogo en beneficio de la democracia, no le funcionó, ni Peña Nieto, ni mucho menos Trump, son los indicados para tratar problemas que indignan a los mexicanos.
El índice de aprobación de Peña Nieto (23% en la última encuesta realizada por el diario Reforma) es el más bajo de cualquier líder mexicano en las últimas dos décadas, por una serie de escándalos de conflictos de interés, a los que se suma un crecimiento económico débil y el aumento de la violencia.
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Al invitar a Trump a México, Peña Nieto corre el riesgo de ser visto como dando la bienvenida a un político que es ampliamente rechazado por los mexicanos, muchos de los cuales se sienten insultados por los comentarios y propuestas hechas por el candidato republicano, quien ha reclamado que México deje de enviar “violadores” a través de la frontera y que ha propuesto construir un “grande y hermoso muro” –pagado por los mexicanos para detener ese flujo.
Sobre la visita de Trump a México, Gabriel Guerra, ex portavoz presidencial y diplomático que sirvió bajo otros gobiernos del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) comentó: “Esta es la mayor apuesta de su mandato, todo lo que veo aquí son riesgos, esta es pérdida para Peña Nieto”. Por otra parte, Enrique Krauze, conocido y destacado historiador, en entrevista en un noticiario matutino, comparó la reunión del presidente mexicano con Trump, a la decisión de Neville Chamberlain, el ex primer ministro británico, de reunirse con Hitler en Múnich en 1938, al señalar:
“No me parece valiente la posición de reunirse en privado con un hombre que ha insultado a ese grado y con esta historia nuestra, con esta vecindad y con lo que el pueblo mexicano que ha sufrido a lo largo de los años con respecto a esa vecindad, la sensación en Ciudad de México es de traición”. “Es un error histórico”. “A los tiranos no se les apacigua, a los tiranos se les enfrenta”.
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Elena Poniatowska, ganadora del Premio Cervantes, en conferencia de prensa cuestiona sobre la visita a México de Donald Trump: ¿Pero qué necesidad de recibir esta afrenta? “México nos duele y a veces avergüenza”. Señaló además que la corrupción es uno de los grandes problemas del país, de un gobierno “al que no le funcionan las neuronas”.
Tan no le funcionan, creemos, que da trastazo sobre trastazo, ahora lo cuestionan sobre plagio en su tesis y con desparpajo e incongruencia se defiende: “Nadie me puede decir que plagié mi tesis, que pude haber mal citado o no bien citado a alguno de los autores que consulté, es probable que sí. Tendría que aceptar que es un error metodológico, pero no con el ánimo de ninguna manera de querer hacer mías las ideas de los demás”.
Y volviendo a la decisión de Peña Nieto para invitar a Trump a México, se corre el riesgo de ser visto como dando la bienvenida a un político que es ampliamente rechazado por los mexicanos, muchos de los cuales se sienten insultados por los comentarios y propuestas hechas por Trump, quien ha reclamado que México deje de enviar “violadores” a través de la frontera y que ha propuesto construir un “grande y hermoso muro” –pagado por los mexicanos para detener ese flujo.
En los países latinoamericanos hay tanto desconcierto como en México por la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de invitar a Donald Trump a su país, haberlo recibido como jefe de Estado en Los Pinos y no tener la entereza de decirle, en público y en su cara, que los mexicanos merecen respeto y que el país no pagará por el muro fronterizo que se propone construir.
Hasta ya tiene la propuesta de cómo hacerlo: “Vamos a utilizar la mejor tecnología, con sensores especiales, también torres y supervisión aérea y personal humano para vigilar la torre y México trabajará con nosotros. Lo sé. Sé que lo harán”. Otra de las medidas para el control de esta zona que tiene proyectado, será la contratación de 5 mil agentes para que formen parte de la patrulla fronteriza: o mensaje populista, maniqueo y reduccionista de un desquiciado que pretende ser presidente del país más belicoso del mundo.
Tras de reunirse Enrique Peña Nieto y Donald Trump a puertas cerradas, el empresario neoyorquino dijo no haber discutido su plan de que México pague la construcción de un muro a lo largo de la frontera binacional pero México lo pagará… 100%, todavía no lo saben, pero lo van a saber. Y lo va a hacer si desgraciadamente llega a ocupar la presidencia del vecino país.
Concepción Vizcarra de Arámburo es luchadora social y reside en Tecate, B.C. Correo: concepcion_vizcarra@hotmail.com
