“Yo creo que la Policía Estatal me está involucrado en grupos delictivos por un incidente en el que serví de testigo, a finales del 2015″, explicó Julio Rojas Serna, quien se presentó en las oficinas de ZETA con un expediente.
Con documentos mostró que ingresó a la policía municipal de Tijuana en el año 2006, y en septiembre del año 2008, mientras patrullaba con otros uniformados fueron emboscados y atacados a balazos por tres criminales con armas de alto poder. Fue herido de gravedad por nueve proyectiles, pero se recuperó aunque no al cien por ciento.
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Dado que las lesiones y “secuelas con carácter definitivo” lo dejaron incapacitado incluso para las “actividades semi sedentarias técnico administrativas”, desde el año 2009 inició trámites para su incapacidad permanente, pero debió seguir laborando hasta el 2012, año en el que fue sometido a los exámenes de confianza. “En los cuales no tuve problemas”.
El nombre y la imagen de Rojas Serna están incluidos en los organigramas delictivos en poder del Consejo Estatal de Seguridad de Baja California –publicados el 9 de septiembre en este semanario- como parte del Cártel Jalisco Nueva Generación bajo el liderazgo de Jesús Alfonso Trapero. “Creo que intentan relacionarme porque él también fue policía, pero yo jamás lo conocí, ni antes ni ahora.
A finales del año pasado, “…yo tenía una cuatrimoto reparando en un taller mecánico y llevé dinero para pagarles, ,mientras yo esperaba la gente del taller atendía otra gente, cuando llegaron policías de inteligencia, vestidos de civil en camionetas blancas, de la PEP, y nos ordenaron a todos tirarnos al piso, se fueron al fondo con la gente del taller y otro cliente, se escucharon agresiones gritos, al rato regresaron conmigo con un envase diciendo que esa era mi droga, les dije que no y les explique lo que hacía ahí y para qué era el dinero que traía.
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“Al terminar hubo unos detenidos pero a mi no me llevaron, después un abogado de la gente del taller me pidió presentarme a declarar lo que yo vi y escuche, y lo hice, pero ni estuve detenido, ni me relacionaron con nada y fui como testigo de un defensor. Yo creo que por ahí viene, pero yo no hice nada.
“Los de la PEP se equivocan yo no soy criminal”, finalizó el ex policía Julio Rojas Serna.
