Vecinos y familiares de Rafael Salvador, menor de cuatro años muerto por el ataque de cuatro perros, declararon que en varias ocasiones avisaron, no solo al número de Emergencia 066, sino a la delegación San Antonio de los Buenos, sobre la agresividad de los animales. Sin embargo, nunca tuvieron respuesta de la autoridad.
Una de las vecinas, cuyo testimonio se encuentra dentro de la carpeta de investigación que se sigue por el delito de homicidio culposo contra los propietarios de las mascotas, incluso mencionó que uno de sus perros fue asesinado por los que el 9 de agosto acabaron con la vida de Rafael Salvador.
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Juan Flores y Suzanne Marie Flores, pareja responsable de los animales agresores, también ignoraron los avisos de sus vecinos.
Más allá de los testimonios exhibidos durante la audiencia en la que se encontró una posible responsabilidad de la pareja propietaria de los canes en el homicidio, las cifras con las que cuentan las autoridades referentes a los reportes relacionados con animales, también denotan la poca atención que se da al tema.
Nada más en ataques de animales (la mayoría perros), el Centro de Control, Cómputo, Comunicación y Mando (C4) tiene el registro de 428 reportes en Tijuana en lo que va del año, pero en la Policía Municipal de Tijuana -como primer respondiente- no hay un registro del número de atenciones hechas por el tema, pues refieren que la mayoría se canalizan al Centro de Control Animal. Sin embargo, en este último centro, también conocido como antirrábico, hay registro de una sola llamada del C4 en meses.
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Además, salvo en caso de que exista una muerte como la del niño Rafael Salvador, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) solo investiga el delito de lesiones cuando hay denuncia, como lo establece el Código Penal de Baja California. En este tema, son 41 lesiones por animal en Tijuana.
Marco Antonio Tapia Miranda, jefe del Centro de Control Animal, opina que aunque la coordinación de las autoridades para atender los reportes de ataques y de abandono de animales es necesaria, una parte importante de las tragedias podría prevenirse con un cuidado responsable de las mascotas.
Explica que el 90 por ciento de las llamadas que reciben en sus oficinas -un promedio de diez cada media hora-, son por perros que tienen dueño, pero éstos no confinan correctamente un espacio para sus mascots. El anterior, fue el caso de los que mataron a Rafael Salvador, pues la cerca que Juan Flores y Suzanne Marie tenían en su hogar, permitía que los animales salieran del predio.
“Nosotros pudimos haber ido en este caso, donde te digo que nosotros no tenemos información de que esos perros hayan sido reportados aquí, pudo haber sido en el 066 o a otra delegación. Podríamos haber ido, pero esos perros en cuanto ven las perreras, se meten al domicilio, y en este caso como autoridad no podemos ingresar a sacar perros”, dice.
Las estadísticas municipales y las limitaciones
Según información del Departamento de Control Animal, específicamente sobre el número de reportes que se hacen directamente a sus teléfonos, en 2015 fueron capturados en la vía pública 5 mil 859 animales y se aplicaron 625 multas a dueños por violar el Reglamento de Protección a los animales domésticos. En ese periodo, la cifra de personas agredidas ascendió a 53, pero solo se hicieron siete multas por ese concepto.
De enero a junio de 2016, el departamento ha capturado mil 762 animales, emitiendo el mismo número de multas. Sobre agresores, hay registro de seis.
Los motivos de las capturas y multas son tan básicos como haber dejado a las mascotas estar en la vía pública, por no colocarles placa de identidad, por no proveerles alimento ni darles espacio suficiente que garantice adecuado desarrollo.
Pero los números serían altos si el departamento municipal contara con lo necesario para cubrir con las exigencias de la ciudad en este tema. Y es que además del jefe del departamento, Marco Tapia, y la recepcionista, en Control Animal solo hay seis empleados que se encargan de la limpieza de las instalaciones, de la alimentación de los animales y el sacrificio; también de las capturas y reportes de maltrato, solo con dos vehículos.
Carmen Villarreal, miembro de la organización ProvidAnimal, considera que más que realizar ajustes al Reglamento de Protección a los Animales Domésticos -tomando en cuenta que no se ejecuta el que existe-, para que existan menos ataques y se sancione, es fundamental una coordinación entre Policía Municipal, Centro de Control Animal y Dirección de Inspección y Verificación.
“Al alcalde le pedimos que si ya había una Policía Canina, que es el K9, que nos auxiliáramos con ellos para este tipo de denuncia, animales peligrosos o crueldad animal, porque no es lo mismo que llegue Marco Tapia a que llegue la Policía Municipal”.
De igual manera, que se cumpla con lo básico de la Ley Estatal de Protección a los Animales Domésticos, por ejemplo, que sí se aplique el registro de los perros catalogados como peligrosos en la legislación.
“Muchos jueces no saben que existe el reglamento, y mira que yo he tenido reuniones con jueces, me han pedido que vaya a darles capacitaciones, hay buena voluntad, pero no les importa el tema de animales, no le hacen caso a la gente, no le dan seguimiento”, puntualizó la abogada animalista.
