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viernes, febrero 16, 2024
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Familiares investigan desaparición de abogados

Fonseca y Zambrano son dos abogados de Mexicali que llevan seis meses desaparecidos, sus familiares han elaborado varias líneas de investigación, entre lo personal y lo laboral. Resalta una que tiene que ver con el manejo de grandes cantidades de dinero. Se quejan de desatención por parte de la procuraduría, donde hablan de más de 25 personas declaradas en el expediente y avances en el caso

 


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El jueves 10 de septiembre de 2015, dos abogados mexicalenses desaparecieron, desde entonces no se les ha vuelto a ver. Investigando por su lado, sus familiares reconstruyeron sus pasos antes de que se esfumaran.

La noche anterior los abogados Hugo Fonseca Meza y Jesús Alberto Zambrano Vizcarra estuvieron departiendo en el restaurant Heidelberg junto con una mujer hasta cerca de la 1:30 de la madrugada. Luego Fonseca acudió -a las 9:15 am- a un almacén donde resguardaba documentos y dos automóviles, ubicado en la carretera al aeropuerto. En las cámaras de seguridad del negocio quedó grabada la imagen del abogado, quien llegó solo, en un pick-up Ford Raptor 2015 que había comprado tres días antes.

De acuerdo a su itinerario, su familia supone que de ahí partió hacia las oficinas del corporativo del que era titular, Soluciones Legales Integrales, en la calle Jerez de la colonia Zacatecas, donde recogió a otro abogado que laboraba en ese despacho, Jesús Alberto Zambrano Vizcarra. Ambos salieron en el pick-up doble cabina. Zambrano dejó su auto, un Ford café oscuro, afuera del despacho.


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Otras cámaras de seguridad -de un negocio- grabaron cerca de las once de la mañana cuando ambos abogados, a boro del Ford Raptor, llegaron hasta el bulevar López Mateos, dieron vuelta hacia el sur y tomaron hacia al Distribuidor Vial hacia el Oriente.

Después de eso, las familias no encontraron más imágenes de su trayecto.

Jesus Zambrano, las mantas de la protesta

Jesus Zambrano, las mantas de la protesta

Ese mismo jueves de septiembre, pasado el mediodía empezó su búsqueda. Por la tarde familiares de ambos interpusieron una denuncia penal por la desaparición. Cuatro días después el vehículo fue localizado por la calle José María Michelena, en la colonia Maestros Federales, a un lado de un lote baldío.  No encontraron huellas, ni sangre, estaba con la puerta sin seguro y solo le habían vandalizado una mica. En el auto estaba el bolso de uno de ellos, con artículos personales como un iPad y la cartera.

La noche de ese viernes, en la casa ubicada frente al lugar donde encontraron el vehículo,  hubo una reunión donde, de acuerdo con una de las asistentes, vio al abogado Fonseca -era su maestro- “como que discutiendo con un tipo”, pero no le puso atención.

La reconstrucción ha sido el fruto de la investigación que los familiares de los abogados desaparecidos han encabezado debido a lo que -consideran- la evidente indolencia por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Baja California.

A raíz de la desaparición de ambos profesionales, el padre de uno de ellos -Hugo Fonseca, también abogado y maestro jubilado- inició la revisión de cerca de 15 cajas con archivos y documentos de su hijo. Aparte empezó a recibir datos, aportaciones de amigos, conocidos, informantes. Analizó todo y empezó a acomodar la información en una suerte de rompecabezas.

Derivado del minucioso análisis, Fonseca proporcionó información al agente de la Policía Ministerial que investigaba el caso.

El padre del abogado desaparecido aportó más datos. Detalló que un hombre que le rentaba una casa a su hijo le comentó que el 15 de septiembre -cinco días después de la desaparición- le marcó a Hugo pero nadie le contestó. Luego insistió tres días después y nada, posteriormente recibió una llamada del celular del abogado desaparecido, con la voz de un hombre reprochándole ríspidamente por estar marcando a ese número de celular. Pero el número quedó grabado y así lo pasaron a la PGJE, que según la familia, jamás declaró oficialmente a este testigo.

Otros datos: la madrugada del viernes 11 de septiembre, el abogado Fonseca fue visto junto con dos tipos subiendo a su despacho y ese mismo día por la tarde tenia cita con la mujer con la que los vieron conviviendo en el restaurant alemán Heidelberg. Eso datos también los proporcionó a la PGJE.

El abogado Fonseca delinea sus propias líneas de investigación, una es su entorno matrimonial y la otra el laboral. De la primera no da muchos datos, solo comenta que su hijo estaba separado desde hace meses de su esposa y ambos ya tenían nuevas relaciones de pareja.

La otra línea tiene que ver con lo económico. Entre los papeles de su hijo, Fonseca encontró documentos donde él y otro grupo de personas se comprometían a la venta de un ejido turístico en Ensenada -el Hermenegildo Galeana, son 52 ejidatarios y avalado por el Comisariado- a un grupo de compradores norteamericanos.

Mgiuel Angel Garcia Leyva

Mgiuel Angel Garcia Leyva

El acuerdo era por mil 673 millones de dólares de los cuales corresponderían 10 por ciento para los cuatro comisionistas, es decir, 167 millones de dólares que en pesos y a 17.50 pesos por unidad, resultan en 2 mil 992 millones de pesos. El documento fue  firmado en julio de 2015 y una de las comisionistas es la que recibe el pago mensual de la casa en San Pedro Residencial que su hijo compró a otra persona.

Otro dato tiene que ver con un incidente en la oficina donde su hijo se encerró con un visitante y, por descuido, alguien abrió la puerta y alcanzó a ver que el escritorio estaba repleto de dólares. Igual, ese dato lo tienen en la PGJE.

“No tenemos ninguna respuesta (de la Procuraduría), no sabemos si han servido o no todos esos datos, si los han desechado, si requieren más información”, reclamó el abogado Hugo Fonseca.

 

ZAMBRANO ATRIBUYE DESAPARICIÓN A “TEMAS DEL DESPACHO”

“La investigación de la Procuraduría da mucho que desear”, comenta de entrada el abogado Jesús Zambrano Covarrubias, padre del otro abogado desaparecido. “No hacen bien su trabajo, no lo desempeñan, es gente muy ineficaz”, sostiene el profesionista.

“Están esperando que los casos se resuelvan solos, andan encontrando muertos en los canales, en el Valle, pero esperan que se resuelvan solos”.

Cuestiona que el caso de su hijo lo haya tomado el área de CAPEA (Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes), siendo que -según su óptica- debieron haberlo turnado inmediatamente al área de Secuestros.

Zambrano se muestra cauto en sus declaraciones, refiere que fue la esposa de su hijo quien lo vio por última vez en su oficina. Pero esa noche no acudió a dormir y empezaron a preocuparse. “Era muy raro que faltara a dormir. Mi chamaco pese a su edad (40 años) no tenía malicia”, comenta, y acepta que a él no le gustaba que estuviese en ese corporativo.

“El abogado era muy especial, y manejaba mucho dinero”, dice Zambrano Covarrubias en alusión a Hugo Fonseca, compañero y empleador de su hijo.

“Yo llegué a la idea de que el conflicto se dio en el despacho, ha de haber habido algún conflicto con un cliente”. Refiere que insistió a su hijo que se saliera de ese despacho -tenía cerca de un mes que había regresado-, pero éste no le hizo caso.

 

PGJE: “MUCHOS FLANCOS ABIERTOS”

“Sí hay avances, llevamos una investigación bastante avanzada”, sostiene por su parte el subprocurador de Investigaciones Especiales, José María González, quien explica que en el caso 25 personas han rendido declaración y que al abogado Fonseca -padre de uno de los desaparecidos- lo ha recibido en 22 ocasiones.

“Información sí hay”, reitera González, pero advierte que han tratado de ser muy precavidos.

El titular de Investigaciones Especiales habla con cautela y expone que en esta doble desaparición “hay varias vertientes” que han tratado de agotar. Como ejemplo menciona los asuntos legales que llevaban -hay uno de “mucha cuantía”-, lo cual ha significado una serie de diligencias, entre éstas  algunas vinculadas con la vida personal de los abogados.

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“No podemos como autoridad estar ventilando cuestiones personales”, explica el funcionario policial en función de la posibilidad de revictimizar al ciudadano, “desafortunadamente el abogado desaparecido (Fonseca) dejó muchos flancos abiertos”.

 

GOBIERNO EVASIVO

“Hay inconformidad de los familiares, como en todos los casos de desaparición forzada pues exigen resultados, en este caso ya pasaron seis meses y no se visualiza que haya un avance significativo”, asegura por su parte Miguel Ángel García Leyva, de la Asociación Esperanza contra Desapariciones Forzadas y la Impunidad.

Por eso el mitin efectuado el jueves 10 de marzo, donde también participaron familiares de otros desaparecidos, algunos ya con años buscándolos, otros con casos nuevos. “Las autoridades evaden, tratan de simular y de sentenciar a los desaparecidos sin tomar en consideración las investigaciones del caso. Desde que inició el gobierno de Kiko Vega hemos estado insistiendo en la necesidad de una mesa de trabajo donde se vean de manera integral los casos de desaparición, que en Baja California siguen a la alza”, afirma el activista.

A su vez, reflexiona que las autoridades buscan desaparecer las estadísticas -los meten en el rubro de “extraviados o ausentes”-, a lo que se suma la no aplicación del protocolo de búsqueda inmediata, dado que las primeras horas son fundamentales.

Opina que queda “ambiguo” el concepto, ya que en el Código de Procedimientos Penales se le da la categoría de delito grave, pero en el Código Penal de Baja California no queda debidamente conceptualizado el delito de desaparición forzada.

Para finalizar, García Leyva recordó que en el Senado hay una iniciativa para crear una Ley de Desapariciones Forzadas que no ha sido votada y localmente hubo una propuesta -aprobada- para reformar el Código Civil en el tema de la “declaración de ausencia y presunción de muerte”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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