Estaban dos enanos en un bar y convencen a dos chicas de ir a un hotel. Cuando llegan, reservan un par de habitaciones y suben con ellas. Al rato sale el primero todo triste y escucha al amigo en la habitación conjunta: “¡Uno dos tres y upa! ¡Uno dos tres y upa!”. A la media hora sale el amigo sudando y le pregunta: — ¿Qué tal te fue? “Fatal, no me provocó nada esa mujer. ¿Y a ti?”. — ¡Ni siquiera pude subirme a la cama! Autor: Un larguchón.