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sábado, febrero 24, 2024
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La nueva era en el Tribunal

“Me hubiera gustado que no hubiera sido así”, sostiene el magistrado Jorge Armando Vázquez, nuevo presidente del Poder Judicial en el Estado, respecto cómo llega a ese puesto, tras el suicidio de su antecesor, Marco Antonio López Magaña. Vázquez es abogado egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se dice amigo de  priistas, panistas y perredistas, pero sin militancia propia y con 26 años de carrera judicial. Su elección, el 21 de abril de 2015, con nueve de 16 votos, abrió un nuevo escenario al interior del Poder Judicial, pues no pertenece al grupo que durante más de siete años ha encabezado el Tribunal, incluso en la presidencia de López Magaña. A las 7:30 am del miércoles 22 de abril, el magistrado Vázquez llegó a su oficina. Lo primero fue recibir visitas y felicitaciones, luego reuniones para adentrarse en la información relativa a las responsabilidades y pendientes en la administración y representación del Tribunal Superior. En ese contexto, concedió una entrevista para ZETA. “Como estoy acostumbrado a trabajar en lo jurisdiccional, me di cuenta que aquí era totalmente distinto, aquí ya no tomo determinaciones para resolver una situación particular; aquí son aspectos de naturaleza administrativa, pero de importancia para el buen funcionamiento del ejercicio”, explica de entrada. Entre los planes inmediatos: *  Acercamiento con el Consejo de la Judicatura, pues necesita relacionarse de los rubros que están pendientes. Agendó la sesión de este tipo para el jueves 23 de abril, “para poder tener datos precisos y tomar un rumbo, necesito ver cómo estamos como grupo, como órgano colegiado administrativo, cuáles son las atribuciones que tienen cada uno de ellos en sus comisiones, que está pendiente por resolver. Necesito tener toda esa información para entonces sí, empezar a tomar una directriz más precisa”. * Darle más relevancia a la cuestión jurisdiccional, lo que implica mejorar las condiciones en que están desarrollándose los jueces, los secretarios, los actuarios. “Creo que ha habido un poquito de olvido a ese sector en cuestiones de acercamiento, de capacitación, de condiciones para desarrollar su trabajo”. En temas de continuidad como la Central de Actuarios y la reingeniería interna, Vázquez dice coincidir con ambos por las  mejoras que pueden significar, sobre todo el primero, para aligerar la carga de trabajo para los jueces: “Si le quitas al juez ciertas cargas administrativas, le permite concentrarse en lo que realmente debe de hacer, esto va a llevar a un beneficio de quien nos está reclamado que administremos justicia”. Además, considera se han preocupado mucho de cuestiones administrativas, de crecimiento, cuando el principal motor del Tribunal son los jueces.   Controversia Constitucional: habría de evaluarse   De la Controversia Constitucional presentada ante la Suprema Corte y relativa a dos artículos de la Reforma a la Ley del ISSSTECALI que afectan las finanzas del Tribunal, el magistrado presidente explicó: “En la primera sesión, cuando se planteó lo de la controversia, yo no me quedé conforme con ello, se votó por unanimidad el que se presentara, pero había tiempo suficiente. Yo me fui inquieto con el planteamiento y, antes que se efectuara el siguiente pleno para aprobarse el acta, otro magistrado y yo presentamos un escrito para invitar a reflexionar el tema, sobre todo que la controversia implicara que hubiera un conflicto, una intromisión  de algunos de los poderes del Estado con el Poder Judicial. “Lo que decíamos es que esa situación no la debemos de llevar a la Corte cuando hay mecanismos, hay formas de diálogo para poder solucionar este problema”. Tal posición se sometió al pleno, pero la controversia ya se había presentado. Respecto a retirar la controversia, afirma se deben evaluar algunos aspectos, y sería necesaria una decisión del pleno.   Justifica la “jubilación”   Del llamado Haber de Retiro -la propuesta para las jubilaciones a los magistrados, iniciando al 100 por ciento del salario y disminuyendo hasta llegar al 80-, Vázquez justifica que la Constitución Federal contempla el retiro bajo ciertas circunstancias, además de que hay antecedentes en otras entidades donde cuentan con esa seguridad social. Incluso que en la propia Constitución se establece la obligatoriedad del Estado para regular esa jubilación. Argumenta “la enorme responsabilidad” que se tiene en esa área judicial, lo difícil de impartir justicia y la necesaria previsión para después de que cumplan su periodo laboral -70 años-, puedan contar con seguridad social: “Para que al tiempo que se llegue al fin del encargo, poder tener una vida digna, asegurada tu tranquilidad”. Ese fue el marco para que se presentara la propuesta en el Congreso -julio 2014- y formalizar ese derecho, ya que según la Ley Federal, no se puede considerar si no está asentado en decreto.   Nuevo Sistema, en octubre en Tecate   Del Nuevo Sistema de Justicia, Jorge Armando Vázquez refiere que para octubre de este año se tiene previsto implantarlo en Tecate y para 2016 en la Zona Costa. En el caso de Mexicali ha habido avances, como que en el sistema tradicional un asunto dura dos o tres años, y en el Sistema Adversarial seis, ocho meses. “Hay una gran diferencia”. A Vázquez le tocó resolver en segunda instancia el caso de los jugadores del Club Águilas de Mexicali. Se votó por mayoría dejar la Vinculación a Proceso por el delito de secuestro exprés -aunque su voto fue diferente- y coincidió  con los criterios que definió el juez para posteriormente  reclasificar el delito por el de cohecho, tras la negociación de las partes. En el caso de Tijuana, menciona la dimensión del área judicial, actualmente con cerca de 26 Juzgados: “Creo que el que tiene menos problema para capacitar somos nosotros, recuerda que también está Defensoría de Oficio, Ministerio Publico, pero ya se está trabajando y no hay que asustarnos de eso, lo mismo pasó en Mexicali. “Es bastante el dinero para que empiece a funcionar (en todo el Estado), pero creo que habiendo voluntad, podemos llegar a esa meta. Aunque en Tijuana los tiempos los veo difíciles”, reconoce.   Los dineros   En cuanto al presupuesto de este año y la realidad que enfrentan en el Poder Judicial, el magistrado presidente reflexiona: “No nos pueden dar menos de lo que se aprobó el año anterior, pero en cada ejercicio hay situaciones que afectan al presupuesto autorizado, incrementos salariales, los convenios que hay, la inflación… eso es lo que provoca ese tipo de situaciones que se tienen que ajustar. Ahora que me estoy informando estamos viendo que algunas cosas se tienen que resolver, el Poder Judicial no puede disponer del presupuesto asignado para rubros que no estén etiquetados”. Vázquez niega que atreviesen una situación difícil, pero indica, “se trata de una situación de diálogo, de acercamiento, de establecer una conexión, un puente con el Ejecutivo para poder resolverlo. Yo veo mucha voluntad del Ejecutivo para poder hacerlo”. De paso, revela que ya tuvo comunicación con los titulares de los otros poderes, tanto con el presidente del Congreso como con el gobernador del Estado, quedando en reunirse en fecha próxima.   La llegada, su versión   De las versiones de su llegada a la presidencia del Tribunal, enfrentamientos y enconado pleito por el poder, Armando Vázquez aporta la propia: “La información que se da a través de esos medios, yo creo que la respuesta te la daría el que la escribió. Uno como figura pública está expuesto a la crítica, que debe aceptar. Creo que esa responsabilidad que asume uno implica también que tengas que ser observado, puedes ser sujeto de diferentes opiniones en cuanto a la función, en lo personal creo que hay que respetarnos  cada persona en lo particular. “El suceso que provocó esas informaciones, a la luz pública lo primero que dices es que ya se están  empezando a golpear, de una manera que yo la reprobé, yo me sentí molesto por la falta de respeto hacia nuestro compañero (López Magaña), sobre todo a la gente cercana a él, su familia, no vieron esas consecuencias. Y en cuanto a que hicieron referencia a mi persona, ¿cómo lo voy a tomar? Habla de mi lo que quieras, no hay problema, a mí lo único que me preocupó, me molestó, fue que involucraran y le faltaran al respeto a la familia de nuestro compañero, pero finalmente  eso provocó también (la idea) de que sí hay división  y pleitos internos. Creo que aquí, más que todo, es la diferente forma de pensar”. — Pero en su caso se manejaron versiones de que hubo diferencias, gritos, amenazas… “Marco Antonio y yo empezamos prácticamente juntos en la carrera judicial, creo que él dos años antes que yo. Ambos fuimos secretario de Acuerdo, proyectista, juez. Tuvimos una excelente relación como compañeros, compartíamos deporte, convivimos mucho, pero nunca llegó a ese extremo que se mencionó (de reto a golpes y amenazas)”, explica en relación a personas que se ven todos los días y que bromean entre sí.  Considera que es posible que la información se refiriera a una broma entre los dos “que quizá a él no le pareció sin que significara un hecho trascendente. Lo agarré en su momento de enojo, no sé, pero de ahí no pasó nada. Cuando  llegó a la presidencia platicamos del tema, yo voté en favor de él, creímos en él y hasta la fecha. Nunca hubo enemistad, siempre fuimos muy buenos compañeros, creo que ese tema fue mal intencionado”. — Pero en ánimo de algún golpeteo. “Finalmente, haciendo una evaluación de todos los aspectos era golpear, yo lo tomé en lo personal para mí, como que hacer ese tipo de comentarios me fortalecía, pensando ‘estoy siendo tomado en cuenta’”. — No fue el único, se habló de “salas del amor” y otros temas controversiales. “Me hubiera gustado, por ejemplo, vamos viendo a qué te refieres con salas del amor, porque realmente la nota yo quisiera ver a quién la dirigía y no la dirigió a nadie, pues quién sabe a quién se referirá y, además, son situaciones muy personales de cada quién. Creo que si hubiera algo irregular, indebido, pues aquí hay un órgano disciplinario”. — En la conferencia mencionó “dar vuelta a la página” ¿De qué manera hacerlo? “Retomé esa frase de Marco Antonio (López Magaña), me tocó que cuando estaba en el periodo  para aspirar la presidencia, lo comentaba, no había distanciamiento, simplemente cada quien estaba trabajando en sus temas; obviamente en ese tiempo yo también aspiraba, también había otros compañeros que tenían esa aspiración, fue cuando Marco dijo: ‘Vamos dándole vuelta a la página’, es por ese tema  de la broma que lo agarré en mal momento”. — Se ha mencionado también presunta injerencia por parte de la ex presidenta del Tribunal. ¿Qué opina de esto? “Creo que fueron seis, siete años donde ella gestionó y tuvo la representación del Tribunal, y obviamente es normal que después de cumplir con su encargo, pues a veces hay cambios, opiniones diferentes. Cuando vas a llevar la directriz, cuando vas a llevar la representación, necesitas también conformar un equipo, entonces, a veces esas situaciones implican que debe haber cambios en ciertos sectores; obviamente eso puede generar cierta inconformidad, un roce, pero yo preguntaría: ¿No pasa en otras partes? Yo lo veo normal. “Creo que la magistrada (María Esther Rentería) hizo el trabajo que tenía que hacer, en ocasiones pudimos no coincidir con su forma de llevar la administración, pero finalmente somos un órgano colegiado, cada cabeza es un mundo, es muy claro y ese respeto al derecho ajeno es la paz, que nos permite a veces discrepar, aunque muchas de las decisiones que hemos tomado han sido unánimes”. — ¿De qué manera se puede mostrar la fortaleza de un presidente, de pintar la raya? “El que asume la presidencia debe tener una visión muy clara de a dónde vas. Uno de los aspectos importantísimos es el aspecto jurisdiccional. Creo que para fortalecer aún más esto, es trabajar en conjunto, dejar las cuestiones de carácter personal, dejar de anteponerlas y ver que la solución se la tenemos que dar para  mejorar la administración e  impartición de la justicia. “(El Poder Judicial) Es una válvula de escape frente a los conflictos que se dan entre los particulares, creo que no sería muy adecuado que dejemos que la gente se hiciera justicia por su propia mano. Somos una válvula de escape porque el Estado está preocupado porque las personas no resuelvan sus diferencias entre ellas, se da el mecanismo del Tribunal, del Poder Judicial precisamente para que sea un tercero que de manera objetiva e imparcial resuelva esta  la situación. La sociedad genera conflicto y no podemos como sociedad dejar que ellos decidan cómo resolver esa situación, eso genera conflictos particulares”. Se le mencionan las renuncias en el equipo del Área Jurídica -lo que confirma el magistrado-, y  entre otros reacomodos, comenta que desde que fue juez trata de trabajar aprovechando el personal existente. Finalmente, se le pregunta sobre las implicaciones de recurrir a un relevo en esas circunstancias -tras el suicidio de su antecesor- y del peso de la silla de presidente del Tribunal: “Por principio de cuentas, recuerda que aquí convivíamos a diario, es  impactante el hecho. Solamente Marco Antonio sabía qué pensaba y desde luego que a mí no me hubiera gustado que se hubiera dado esta situación. Sin embargo, por la labor o por la responsabilidad que tenemos como funcionarios judiciales, teníamos que resolverla. El Poder Judicial no podía quedar sin representación, la Constitución local lo establecía. Creo que lo que suscitó pues es lamentable, repercute en uno en cuanto a que un compañero partió y de esa manera. Pero finalmente tenemos que continuar, no me hubiera gustado que hubiera sido  así. Sin embargo, por esa responsabilidad que tenemos hay que continuar”. — ¿Algún mensaje a la gente, a los ciudadanos, a los justiciables? ¿Qué podemos esperar de este periodo que empieza? “No voy a hacer promesas, sino que voy a actuar para que entonces ellos evalúen el  buen trabajo que queremos hacer aquí en el Tribunal, que lo hemos estado haciendo y que lo queremos mejorar. Queremos que confíen en nosotros y tengan la plena certeza de que el Tribunal está trabajando, está entregado a cumplir con esa función, y creo que la primera persona a la que nos debemos es precisamente a quienes conforman esta sociedad en el Estado. Con hechos vamos a poder convencer a la gente que se está haciendo un trabajo a beneficio de ellos”.   La voltereta en el Tribunal: “Se dividieron los civiles”   La votación llevó apenas cinco minutos. Con ello concluyó una etapa iniciada cinco días antes, con la muerte del magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baja California y que desató una lucha intestina por la sucesión, que ni siquiera menguó durante los servicios funerales. Ya había sucedido en Baja California con la repentina muerte del gobernador Héctor Terán Terán en octubre de 1998 -debido a un infarto-, su ausencia provocó una desbocada lucha por ocupar su lugar. Encontrado muerto en su domicilio -se suicidó- el cuerpo del magistrado presidente Marco Antonio López Magaña fue velado la tare del viernes 17 de abril, y el sábado se ofreció una despedida en la explanada exterior del Poder Judicial en Mexicali que congregó a cerca de 300 personas, entre empleados, jueces, magistrados, diputados, funcionarios estatales y municipales, así como familiares del hasta unas horas antes, titular del Poder Judicial en la entidad. Pero ese mismo día ya se hablaba de la lucha entre dos fracciones de los 16 magistrados restantes y que reseñaban enconos, enfrentamientos, duros señalamientos. En ese contexto, un grupo de magistrados optó por no acudir a la ceremonia de despedida, después de que asistieron al velorio con la familia -Víctor Vázquez, Jorge Armando Vázquez, Sonia Beltrán, Carlos Cataño-, lo que incrementó las especulaciones. Luego de la pausa dominical, y el lunes 20 desde temprano, en las instalaciones del Poder Judicial permeaba no solo el ambiente fúnebre, sino la tensa calma que avecina una tormenta. Ahí estaban en sus lugares los 16 magistrados, pero no había entrevistas, ni declaraciones abiertas, todo era soterrado y por debajo del agua. Lo curioso es que se trata de apenas 15 metros de pasillo que separa las Salas Civiles de las Penales, pero ya hasta empleados de terceros niveles habían tomado partido. “Ese pasillo está maldito, no vayas para allá”, dijo una funcionaria al reportero, señalando la parte que lleva hasta las salas penales. Otras versiones mencionaban las pugnas, golpes bajos, enfrentamientos, la aprensión del carácter de López Magaña, los pleitos internos con los magistrados de su grupo que presuntamente le reclamaban espacios laborales para su gente, o los pleitos familiares y sus intenciones de renunciar a la presidencia del Tribunal. Ante la falta de una voz oficial sobrevino la especulación, y durante la mañana del lunes 20 de abril, nada se supo sobre la sesión del pleno y una de las interrogantes era quién debía -legalmente- convocar, dado que la Ley marca que debe ser el presidente del TSJ. Fue minutos antes de las tres de la tarde cuando les avisaron oficialmente a los magistrados que para el día siguiente se convocaba a una sesión de pleno. Le llamaron “reunión de cordialidad”. Al día siguiente por la mañana, desde el área de Comunicación Social negaron que en esa sesión se designaría al nuevo presidente, que solo era para ponerse de acuerdo “en la fecha posterior para la elección”. Quince minutos antes de las doce del mediodía del martes 21, en el recibidor adjunto a la recepción de presidencia solo se encontraba el juez ensenadense Fausto López Meza, magistrado supernumerario que ocuparía la vacante que dejó el presidente del Tribunal. Uno a uno fueron llegando los 16 magistrados, los penales entraban por la parte de enfrente y por el pasadizo interno los civiles. No había ningún otro reportero y del área de comunicación se insistía en que en la sesión no habría designación. “Ya casi…”, expuso el magistrado Raúl González Arias, quien salió a acompañar al juez ensenadense a la salita anexa a recepción. Adentro, inició la sesión con una primera discusión relativa a la toma de protesta de López Meza, que les llevó más de media hora y finalmente resolvieron esperar respecto a ese tema. Lo que no aguardaron, fue la propuesta para iniciar una sesión formal del pleno, hubo consenso y marcaba la una de la tarde cuando ya se discutía si se votaba por el nuevo presidente o se posponía la decisión. Un elemento a considerar tuvo que ver con la opinión pública y  la ausencia de titular del Poder Judicial por casi cinco días. Las posiciones se polarizaron entre los que han ubicado como los “civiles” y los “penales”, y parece que los primeros preferían trasladar la votación a otro día, lo que suponía que no tenían los nueve votos necesarios para empujar la balanza. Para la 1:45 pm iniciaron la votación, y afuera, en la recepción, aún no había ningún otro medio, a excepción de ZETA. A la 1:52 pm trascendió que Jorge Armando Vázquez había acumulado nueve votos -lo que lo ungía como nuevo presidente- contra seis de Marco Antonio Jiménez Carrillo y solo uno de Salvador Ortiz. Para entonces ya se habían acercado otros reporteros, pero no trascendía el sentido de la designación. Quince, veinte minutos después ya se sabía del “humo blanco” en el pleno del Tribunal. Posteriormente, la titular de comunicación avisó que en unos 20 minutos el nuevo presidente atendería a los reporteros. Entonces empezaron a llegar la docena de medios impresos, radio, televisoras e incluso ya iniciada la conferencia, seguían entrando comunicadores notificados de último minuto. Lo que oficialmente sería un día donde “se pondrían de acuerdo para tener una sesión posterior”, se transformó en una tarde donde concluyó el periodo cuando el Poder Judicial permaneció acéfalo e implicó una sórdida lucha por la máxima silla. Aunque la votación es secreta, trascendió que los nueve votos pudieran ser: los dos Vázquez, Pérez Castañeda, González Arias, Cataño, Espinoza, Beltrán, que eran los siete votos originales y grupo distinto al de la ex presidenta del Tribunal, María Esther Rentería. Se especula podrían haberse sumado Cebreros y Olimpia. “Se dividieron”, fue el análisis de alguien cercano al proceso en alusión a los “civiles”. Lo cierto es que terminó  la etapa del jaloneo, de los golpes bajos, del empuje de fuerzas por alcanzar el poder, ahora sigue la del reacomodo, de una obligada  nueva página para la instancia encargada de la justicia para los bajacalifornianos. Todo en menos de una semana.   Fue suicidio y caso cerrado   “Se trata de un caso cerrado”, dijo de manera concluyente la procuradora de Justicia del Estado, Perla del Socorro Ibarra Leyva, a la vez magistrada con licencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado. De esta manera, la funcionaria avaló lo informado la mañana del viernes 17 de abril por el subprocurador en Mexicali, Fernando Ramírez Amador, en el sentido de que no había otras líneas de investigación más que el suicidio en el deceso de Marco Antonio López Magaña. De acuerdo al Certificado de Autopsia, relativo al NUC 0202-2015-16320, la causa determinante de la muerte fue por ahorcamiento. Y es que en rueda de prensa, entre otras preguntas resaltó la relacionado a si los magistrados estaban siendo investigados, hecho que el funcionario de la Procuraduría negó.


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