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miércoles, febrero 21, 2024
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Los collages de Alberto Blanco

Por sus portadas, en la década de los 80 era reconocible la colección “Letras Mexicanas” del Fondo de Cultura Económica (FCE), donde en el centro se mostraban dibujos o collages en blanco y negro; como suele ocurrir, aunque las imágenes de las portadas eran memorables, no todos sabían quién era el autor. Precisamente, la exposición “Collage” de Alberto Blanco, inaugurada el miércoles 18 de febrero de 2015 en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo de las Californias del Centro Cultural Tijuana (CECUT), incluye la serie integrada por algunos libros de la colección “Letras Mexicanas” del FCE. Pero la colección de libros de “Letras Mexicanas” es solo una hebra de la exposición “Collage”, es decir, Alberto Blanco propone diversas series creadas durante los últimos 40 años: “Elegí series perfectamente constituidas que muestran facetas distintas de mi trabajo; en general mi trabajo de collage se conoce relativamente poco, y lo poco que se conoce es collage en una sola línea, el collage que viene del trabajo de Max Ernst. Con ese tipo de collage hice las portadas de la colección de ‘Letras Mexicanas’ del Fondo de Cultura Económica en los años 80”, expresa a ZETA Alberto Blanco, ensayista, traductor, artista visual, músico y poeta. “El collage es una manera de ser feliz” En el collage converge todo, por eso en la exhibición de Alberto Blanco, bajo la curaduría de Juan Álvarez del Castillo, puede apreciarse la perfecta armonía desde el dibujo, recortes de diversos materiales, grabado en placas de zinc y pintura, hasta música, video, poesía escrita y objetos, como cajas, tridimensionales. Mientras el visitante recorre “Collage”, en las paredes de la Sala de Exposiciones Temporales del Museo de las Californias puede apreciar el ensayo “El collage: una historia sin nombre”, contenido en su libro “El eco de las formas” (CONACULTA, 2012). “Como muchos otros términos en el campo del arte, collage es una palabra de origen francés, y quiere decir ‘pegadura’. (Colle es la palabra que designa la cola o pegamento, y coller, el acto de pegar.) La técnica, que en un principio fue llamada papier collé, ‘papel pegado’, es conocida en nuestros días con el nombre genérico de collage”, cita Alberto Blanco el título “Collage Fundamentals” de Oscar Liebman. “Para el collage, como para todas las cosas, siempre hay antecedentes; se da normalmente como oficial el año de 1912 como el año del nacimiento del collage, es cuando están Picasso y Braque trabajando juntos, yo he logrado descubrir collages de Picasso que son anteriores a ese año, el más antiguo que he encontrado es de 1908, pero se reconoce 1908 como el año del nacimiento del collage. Da igual, el caso es que empezó por esos años”, expresa Blanco a este Semanario. El artista evoca también a las vanguardias que recurrieron al collage: “Muy pronto se extendió no solo a otros artistas, sino a otros países; los constructivistas rusos hicieron mucho uso del collage y los dadaístas después explotaron el recurso intensamente, y por supuesto los surrealistas, que son herederos directos del movimiento dadaísta. “En términos generales yo diría que hay dos grandes familias de collage: el collage que viene de Picasso y Braque, que es un collage en que se ven muy bien los distintos elementos que componen la pieza que puede ser plana o tridimensional, y que yo llamaría un collage constructivista, no se ocultan al espectador los ensambles, no se le oculta que los materiales tienen proveniencias diferentes y de hecho se privilegia el aspecto constructivo. “El otro collage que debe muchísimo a Max Ernst, es el collage donde se privilegia la imagen, buscando que no se distingan las culturas ni las distintas partes que conforman la imagen para que sea más contundente”. Alberto Blanco reconoce en sus collages influencias de Picasso, Ernst y también de Matisse: “Yo he trabajado mucho haciendo collages en la línea de Max Ernst, pero también he trabajado haciendo collages constructivos o digamos en esa línea donde se pueden ver los distintos ensambles, el mismo Max Ernst lo hizo también; incluso se podría pensar que existe una tercera vía o línea de collage que es la que generó Matisse en sus últimos años, pegando los grandes papeles de colores intensos y que yo también he explorado; hay toda una serie que se exhibe aquí en el CECUT, yo le llamo ‘Collages de papel lustre’, porque están hechos de papel lustre de colores, planos, únicos, y están ensamblados como si fueran vitrales, tienen un colorido muy intenso y deben mucho al trabajo de Matisse”. — En su ensayo “El collage: una historia sin nombre” contenido en “El eco de las formas” menciona, citando a Louis Aragon, que “con Max Ernst el collage se convirtió en metáfora”. ¿Qué es el collage para Alberto Blanco? “Podría responder de 10 mil maneras esa pregunta, en este momento lo que me viene a la mente es que el collage es una manera de ser feliz”. — Siendo también poeta, ¿al igual que un poema cómo se da cuenta cuando un collage está terminado? “Para mí primero viene la visión; yo no me muevo si no veo lo que voy a hacer, en el momento en que veo lo que voy a hacer, procedo; no quiere decir que veo hasta el último detalle de la obra que voy a hacer, aunque a veces sí, he hecho muchos trabajos tanto en música como en artes visuales y poesía, donde de golpe he visto completo el trabajo, y entonces procedo a realizarlo; a veces no veo todo el trabajo, pero veo parte del trabajo y procedo a realizarlo. “La idea de trabajar dando palos de ciego en la oscuridad sin saber lo que uno está haciendo y a ver qué aparece o qué es lo que uno encuentra, está bien, muchos artistas trabajan así, me consta, el resultado es que de vez en cuando le pegan a la piñata y la mayor parte de las veces no. Yo también he explorado esa posibilidad, es interesante, es divertido pero se pierde mucho tiempo; y desde hace muchos años no trabajo de esa manera, solo me muevo en el momento en que veo o escucho con claridad algo; mientras eso no sucede, yo no hago nada”. — ¿Descarta el azar como método de trabajo en el collage? “No, porque hay ocasiones en que lo que veo es una obra que implica el azar en su realización”. — ¿Cuál es la prioridad al momento de crear un collage, el valor connotativo o las características visuales? “Depende del collage, algo así como que según el karma, es la pedrada; en lo personal, en mi trabajo hay collages que podríamos llamar figurativos, simbolistas, surrealistas, puristas, hay collages completamente abstractos, etcétera. Hay un registro muy amplio de formas, yo procuro que cada obra responda a su necesidad interior, a la necesidad interior que a mí me llevó a ponerme a trabajar en esa obra en particular, yo respeto profundamente esa necesidad interior, me parece fundamental”. — ¿Qué busca lograr en el espectador con sus collages? “Que sea feliz”. — ¿Cuál es el principio fundamental que Usted considera al asociar una realidad con otra, al ensamblar un elemento con otro para crear un collage? “El collage por su propia naturaleza se presta muy fácilmente para construir monstruos, es muy fácil construir monstruos con el collage y con mucha frecuencia, yo me topo con collages que son eso, monstruos, a mí no me interesa producir monstruos, ya hay demasiados aquí afuera porque la realidad cotidiana nos ofrece demasiadas situaciones monstruosas, demasiadas actitudes monstruosas, demasiadas realidades monstruosas como para contribuir a esa monstruosidad generalizada. “A mí me interesa, particularmente viviendo en la sociedad en la que vivimos, viviendo el momento que hoy vivimos, ofrecer un contrapunto, dado que hay mucho desorden, ofrecer un poco de orden; dado que hay mucha desesperación ofrecer un poco de sosiego; dado que hay mucha fealdad en nuestro país ofrecer un poco de belleza; dado que hay mucho acelere y mucha angustia, ofrecer un poco de calma. Tal vez si me hubiera tocado ser un artista suizo estaría haciendo exactamente lo contrario, porque hay que ofrecer contrapuntos, pero aquí en México no me cabe duda qué es lo que hay que hacer”. —Finalmente, menciona en “El eco de las formas” que “el collage desempeñó un papel crucial en la evolución del cubismo y el cubismo, por supuesto, desempeñó un papel crucial en la evolución de la pintura y la escultura modernas”. ¿En qué momento o etapa como arte se encuentra el collage? “El collage, y esto lo vio muy bien Walter Benjamin como vio muy bien tantas otras cosas, se convirtió en el lenguaje por excelencia de las artes en el Siglo XX, no nada más en las artes visuales, de todas las artes; es imposible entender el cine si no entiende uno que es una dimensión del collage, todo el trabajo de edición de todas las películas es collage; la gran poesía del Siglo XX en gran medida es collage, y con más razón a partir de la segunda mitad del Siglo XX y todavía con más razón en las llamadas artes contemporáneas. Hoy en día prácticamente no hay una obra contemporánea que no sea collage, de un modo o de otro, las instalaciones son collages, las apropiaciones son collages, las documentaciones son collages, las intervenciones son collages; así es que podemos rematar, parafraseando a José Emilio Pacheco, todo es un asunto que se podría resumir como ‘collage y no volverás’”.


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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