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sábado, febrero 24, 2024
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Policía baleado: no se descarta fuego amigo

Sobre los hechos ocurridos el lunes 5 de enero de 2015 en Tijuana, donde un policía municipal resultó herido, las posibilidades son varias. Pudo tratarse, como se presume, de un atentado contra un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), pero tampoco se descarta que apresurados, los uniformados dispararon, hiriendo a uno de los suyos.    Se sabe que en el crucero de la Avenida Paseo de los Héroes y Sánchez Taboada hubo por lo menos cuatro disparos. Dos de ellos impactaron, uno en el policía y otro en el vehículo objetivo de una persecución donde aparentemente viajaba un delincuente, un Acura color blanco con placas de California.   Por los hechos, en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se abrió la averiguación previa 25/15/20A, por el delito de homicidio en grado de tentativa. Hasta el cierre de edición, las pruebas  recabadas eran tres casquillos calibre 9 milímetros que se recogieron en la vía pública y una ojiva de bala 9 milímetros dentro del automóvil, donde no se hallaron ni casquillos, ni armas. La bala que alcanzó y atravesó de lado a lado el abdomen del oficial Carlos Domínguez, aún no se ha encontrado, tampoco indicios de que el hombre que conducía el Acura blanco haya detonado un arma, incluso de que la trajera consigo. Ese lunes, tras un robo en el fraccionamiento Soler, la Policía Municipal perseguía a dos ladrones en un vehículo que se les perdió a ratos. Cuando el automóvil pasó por el entronque de la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”, procedente de la Vía Rápida, al menos siete policías -que arribaron en dos patrullas y tres motocicletas- ya lo esperaban para interceptarlo. El helicóptero “Pegaso” sobrevolaba la zona siguiendo al carro que ubicó un kilómetro atrás, a la altura del centro comercial Plaza Río. Aunque se desconoce la forma precisa en que los policías se posicionaron en el sitio -está pendiente la recreación de hechos-, se pudo conocer que había elementos en ambos sentidos de la vialidad. Dentro de las declaraciones de ocho uniformados está la de Alejandro Orihuela Guerrero, quien asegura no haber visto que el sujeto perseguido activara su arma. Declara que pudo ver que levantó un artefacto, quizá una pistola tipo revólver.   El mismo municipal dijo haberse percatado de que tres de sus compañeros dispararon en el lugar con sus armas de cargo, calibre 9 milímetros. Caso de Lilian Magdalena Murillo Torres, que a esa hora era la acompañante del agredido y, cuando rindió su testimonio, afirmó haber jalado el gatillo de su pistola. El lesionado, Carlos Domínguez Murillo, declaró también ante el Ministerio Público, aseguró no recordar si el balazo lo detonó el sujeto perseguido, que él solo sintió el impacto y cayó al suelo.   El hombre logró escapar en el vehículo, a pesar de que el “Pegaso” ya lo tenía ubicado desde  la Vía Rápida, cuando se activó el operativo Plan Alfa, según comentó a los medios de comunicación, Alejandro Lares Valladares, titular de la SSPM. La ruta que habría tomado el carro no se precisó, pudo ser la del Bulevar Sánchez Taboada o Paseo de los Héroes, pero terminó en el estacionamiento de Farmacia del Sol, en la Avenida David Alfaro Siqueiros de Zona Río. En un video del establecimiento que ZETA pudo ver, se aprecia a un solo sujeto alto y delgado que baja  del auto, observa la zona y camina en dirección al Bulevar Abelardo L. Rodríguez. Viste camiseta roja y pantalón de mezclilla, y a simple vista, no se ve que lleve un arma. Con la zona sitiada -minutos antes de los disparos se ordenó cerrar vialidades y provocar una diminución en la velocidad del tránsito vehicular-, la ubicación del carro demoró más de 10 minutos, 20, según calculó uno de los policías que declaró ante el Ministerio Público. El  automóvil Acura tenía un impacto de bala en la cajuela, y en el interior, además de la ojiva -9 milímetros-, había marihuana envuelta en papel aluminio, una pipa de vidrio -de las que se utilizan para consumir crack-, guantes y dos pasamontañas. En cuanto a la bala recibida por el policía, si el agresor fuera uno de los delincuentes que huían, los escenarios podrían acotarse a tres: utilizó un revólver,  recogió el casquillo y el arma antes de huir, o no disparó. El subprocurador general de justicia en Tijuana, Gilberto Cota Alanís, no descartó la posibilidad de fuego amigo. Durante el operativo de búsqueda, un hombre fue detenido por la Policía Municipal y  presentado ante el Ministerio Público, para después ser liberado porque no se acreditó su participación en los hechos. De acuerdo con el subprocurador, el objetivo ahora es conocer de dónde salió la bala que lesionó al policía. Pendientes están los peritajes para conocer desde qué distancia Domínguez Murillo recibió el impacto, así como el cálculo del calibre según la herida, ya que no se ha encontrado el tiro. El origen desde el C4 Más o menos 30 minutos antes de que el oficial fuera herido, se reportó al Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando (C4) el robo de una tienda de abarrotes en el fraccionamiento Soler de la delegación Playas de Tijuana, mientras estaba cerrada. Por la zona, también se denunció el intento de robo de un vehículo y se señaló a un carro con las características del Acura blanco. Ahí inició la persecución. Por las maniobras, los policías de la zona perdieron de vista el carro que, después se supo, tomó la Avenida Internacional y luego la Vía Rápida Poniente, para ser localizado nuevamente a la altura de Plaza Río. En base al testimonio del policía Genaro Vega Hernández, no era uno, sino dos sujetos los que iban a bordo. Los detuvo, bajó con las precauciones pertinentes, trató de abordarlos, pero emprendieron la huida nuevamente. Después de ese acercamiento, lo único que se supo entre los elementos fue que uno de sus compañeros había caído herido y posteriormente, a bordo del carro, cuando pasó por el crucero, solo iba un sujeto. El hombre equivocado Alrededor de las 3:19 pm del lunes 5 de enero, se detuvo a Ángel Santillán, de 34 años, quien se presumió, pudo haber sido el agresor del uniformado, según el registro del sistema de Emergencias 066. No obstante, luego de recabar los testimonios de Domínguez Murillo y de la dueña de la tienda de abarrotes del Soler, se determinó que no tuvo participación, y el MP lo dejó en libertad. Una cámara del negocio de la delegación Playas de Tijuana videograbó  a un hombre más grande y que vestía otra ropa: camiseta roja y pantalón de mezclilla color azul. Por su parte, el policía describió la misma vestimenta.


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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