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jueves, febrero 22, 2024
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Candidatos

El año electoral empezó en octubre de 2014, y aunque en algunos estados las precampañas y selección de precandidatos ya empezaron, y Baja California Sur y Baja California iniciarán en la primera semana de enero, los tiradores a esos puestos públicos de onerosos sueldos y altas responsabilidades ya empezaron a sonar. En el sur de la península, incluso donde hay más en juego, ya se inició la guerra sucia para desprestigiar a los aspirantes. En junio de 2015 serán electos 300 diputados federales de mayoría y como parte de la Ley – dicen, para hacer equilibrio– entrarán otros 200 de representación proporcional. También se renovarán 9 gubernaturas, mil 9 alcaldías y jefaturas delegaciones, además de 637 diputaciones locales, 383 de mayoría y 254 de representación proporcional.     Son muchos y apetecibles espacios para gente de todas las calañas, porque está visto que los requisitos establecidos en las diversas legislaciones no han impedido la llegada de  políticos que solo buscan servirse del pueblo.  Ahí están como ejemplo gobernadores emanados del PRI que después han sido señalados como presuntos ladrones y corruptos internacionalmente como  Andrés Granier, Tomás Yarrington, Fidel Herrera Beltrán, Humberto Moreira y Arturo Montiel. O el caso de Carlos Antonio Romero Deschamps, el senador priista y líder del sindicato petrolero, con su  enriquecimiento “inexplicable” favorecido con numerosas candidaturas de lista, con las que permanece en el Congreso sin siquiera trabajar por el voto. El PRD no ha sido la excepción, en Baja California Sur, sigue siendo oficialmente inexplicable –e impune– la forma en que en documentos, el ex gobernador Narciso Agúndez aparece como dueño de una isla. Y del PAN han sido diputados federales cuestionados por cobrar comisiones a presidentes municipales que de suyo, deben atender en el presupuesto de egresos. Este 2014 el ejemplo de corrupción lo marcaron con sangre los perredistas y sus funcionarios en Michoacán, y particularmente en Iguala, Guerrero con José Luis Abarca, el alcalde que presuntamente participó en la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural, confabulado con policías municipales y miembros del crimen organizado. De los panistas cómo olvidar el repentino florecimiento de los negocios de los hermanos Bribiesca Sahagún, bajo el amparo de su padrastro el ex presidente Vicente Fox y su esposa Martita Sahagún. O Roberto Gil Zuarth, ex secretario privado de Calderón, señalado de haber recibido dinero por favorecer el establecimiento de casinos; o aquel el ex director de Pronósticos para la Asistencia Pública, Jesús Villalobos López, inhabilitado por usar recursos del erario para su beneficio. Desafortunadamente, en los partidos identificados como “chiquitos” la historia es similar, porque no se trata de ideología política. Por ello, toca a los electores estar atentos justo ahora que comienzan las campañas que culminarán el domingo 7 de junio de 2015. Cierto, los candidatos serán seleccionados  dentro de los partidos, sean con candidaturas negociadas, electos por dudosas mayorías, o por los dedazos de los Comités Nacionales, sin embargo, aun en esas condiciones, la ciudadanía debe intentar ser escuchada desde el principio. Particularmente en un año como éste, en el que quedó más que claro la incapacidad de los partidos para seleccionar a candidatos, que se han evidenciado infiltrados por el crimen organizado. Cierto, tras lo ocurrido en Guerrero, los partidos han reconocido culpas generales en la designación de candidatos, sin particularizar, y se han comprometido como en el PRI a investigar a los pretensos y hacerles hasta el antidoping, sin embargo ha quedado claro que la ciudadanía no puede dejar que los partidos solos decidan quiénes serán los hombres y mujeres que gobiernen el país. Por eso, ahora que comienza la efervescencia electoral, corresponde a la sociedad estar atenta para saber quiénes son esos políticos que quieren ocupar puestos claves y cuáles son sus intereses, es necesario revisar su historia de vida, su forma de sostenimiento, sus parientes y amigos, y no es suficiente con ser un deportista reconocido o representante de un medio de comunicación con cierta popularidad, todos deben pasar por el tamiz, acreditar su solvencia moral y modo honesto de vida. Pero además, los electores deben informarse lo más posible,  para evitar caer en el juego perverso de las campañas políticas sucias que solo buscan generar miedo y desconfianza,  la sociedad mexicana tiene por Ley el derecho y el poder de alterar sus gobiernos, y esta facultad tiene su máxima expresión en el voto. Entonces si los políticos empezaron ya sus campañas, también a los ciudadanos les llegó el momento de participar activamente: vea, escuche, lea, pregunte, cuestione, si sabe algo de los precandidatos, bueno o malo, expréselo. Lo mismo cuando se definan candidatos. Recuerde que esos hombres y mujeres decidirán los impuestos que subirán, el sueldo que ganará, las obras que se realizarán, la comida que podrá llevar a su mesa, o las oportunidades educativas de sus hijos. Que podría llegar el momento en que ellos definirán si usted o sus hijos se podrán manifestar libremente, o serán secuestrados por policías corruptos y desaparecidos o asesinados por miembros del crimen organizado.


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