Estimado Héctor: Me enteré de tu renuncia al PAN. Llana, escueta y tajante. Elegante. Te felicito. Tu entereza dignifica a los cada vez menos miembros honestos que aún quedan dentro de un instituto político que ha dejado de ser lo que alguna vez escuché decir a Cristlieb Ibarrola, “nuestro partido, el PAN, es como la casa de los pobres, pobre pero limpia”. Es obvio que la necrosis sumada a la estupidez rampante del PAN de la actualidad fue el motivo de tu partida. Alguna vez y en otros menesteres te comenté “irte es quedarte”. Tu decisión es congruente con tu trayectoria dentro y fuera del partido. Te has quedado. Recibe un abrazo. Diego Moreno Tijuana, B.C.