Luego de años de lucha y por iniciativa del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, Región Baja California, el 8 de agosto de 2014 se declaró a la cocina del estado, como Patrimonio Cultural. Ana Laura Martínez Gardoqui, fundadora y directora adjunta de Culinary Art School y miembro del Conservatorio, señaló que en Baja California, “para donde voltees hay una riqueza gastronómica incomparable”. “La cocina de Baja California no solo es la langosta y la ensalada Caesar´s; también lo son los tacos de carne asada, las carnitas, la birria, los tacos a vapor, la caguamanta. Nuestra cocina se enriquece de toda esa migración que tenemos, y que por desgracia, hay mucha gente que esa riqueza no la ve, porque en la región igual hay pescados, mariscos, conchas, pero están preparados al estilo Sinaloa, Sonora, y eso es gracias a la migración. Tienes el producto, pero lo procesas dependiendo de dónde vengas, porque eso es lo que culturalmente traes cargando. Nuestra cocina se va enriqueciendo gracias a toda esa gente de empuje, porque se necesitan muchas ganas para trasladarse hasta éste estado”, expresó. Martínez Gardoqui considera que quizá Baja California no tiene la historia de los mayas, los totonacas, los purépechas; sin embargo, hay pueblos originarios como los Kumiai, que están en peligro de extinción y del que desconoce en lo absoluto su sistema alimentario. “Es el momento de rescatar lo que se pueda rescatar, innovarlo con los chefs nuevos y escuelas de cocina, darle este valor que tienen. Si Mesoamérica es el pueblo del maíz, yo te puedo decir que Baja California es el pueblo de la bellota. La bellota te da el carbohidrato, la proteína y la grasa que necesitas para vivir, pero debe tener un tratamiento especial. Los Kumiai preparan un atole de bellota delicioso que muchos desconocen. Esa cultura es la que debemos rescatar”, enfatizó. Después de la declaratoria de la gastronomía bajacaliforniana como Patrimonio Cultural del Estado, se buscará apoyo con diversos organismos para impulsar el valor que hay detrás de la misma. “El valor más grande que tenemos en nuestra cocina es el consumo, si valoras una torta ahogada o un taco de asada contra una pizza de una cadena extranjera, ¿a qué le estoy dando valor? Se pedirá en apoyo de la Secretaria de Educación, así como de otros organismos, para que nos enseñen lo que es propio de nuestra cocina, valorarlo; por consiguiente, traerá una riqueza a la región”, planteó la integrante del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana Región Baja California, para concluir: “Los gobiernos pueden generar políticas que apoyen y mejoren, así como darle difusión a este gran proyecto; que la gente sepa que la cocina bajacaliforniana es Patrimonio Cultural”.
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