Sin precisar cifras de los rescates que en los últimos días ha realizado el Grupo BETA, el delegado del Instituto Nacional de Migración de Baja California, Rodulfo Figueroa Pacheco, señaló que los secuestros a migrantes por los denominados “polleros”, se siguen suscitando en la región. En base a las denuncias de los connacionales, el modus operandi de los delincuentes varía, por lo que se han reforzado los rondines del grupo; sin embargo, no es suficiente para vigilar las grandes extensiones de desierto. “Se están haciendo acciones en conjunto con la Policía Federal, han sido muy eficaces las agencias que se dedican a la seguridad nacional, en la parte operativa han logrado rescatar a los migrantes, sin embargo, las características (del secuestro) pueden variar; incluso ha habido ocasiones en que las personas son retenidas en alguna cueva en el desierto o en alguna casa de seguridad. La problemática no es fácil, pero el gobierno municipal, estatal y federal, estamos muy preocupados sobre el tema y tenemos operativos cotidianos para disminuir el tema”, detalló el funcionario. Deportaciones, a la baja Contrario a la percepción ciudadana, el Instituto Nacional de Migración asegura que las deportaciones de Estados Unidos a México, específicamente en Tijuana, van a la baja. En 2010 se repatrió a 133 mil personas, mientras que en 2012, se contabilizaron 59 mil. “Quizá tiene que ver que la escasez de empleo en los Estados Unidos o las mejores condiciones que hay en México, pero ésa es una muy buena noticia”, expuso Figueroa Pacheco. Posteriormente, presumió que el INAMI tiene un programa de repatriación humana que funciona coordinadamente. “Recibimos a las personas, les damos apoyo vía terrestre a sus lugares de origen, les damos alimentos y ayuda en términos de salud, con el apoyo del gobierno del Estado y Federal”. El Instituto cuenta con fichas de información de cada uno de los migrantes que deportan, y no necesariamente son “delincuentes”: “Sobre los deportados tenemos información del lugar de origen de las personas, algunos de ellos son connacionales que son deportados de los centros de detención de los condados, de las oficinas de Sheriff o de una cárcel local; pero no necesariamente son delincuentes como tales, es equivocado el término”. Y abundó: “Algunos de ellos vienen del sistema penitenciario, pero están detenidos por faltas como el reintentar cruzar a Estados Unidos, pasarse un alto, manejar en estado de ebriedad… son faltas que no se justifican en ninguna medida, pero hay un trecho importante en ser un delincuente y cometer una falta administrativa”. Por último, el delegado, quien tiene dos meses en el cargo, declaró que parte de su propuesta al frente del INAMI consiste en mejorar la eficiencia de la infraestructura que se tiene y de verse beneficiado con presupuesto en 2014, recurso con el cual podrían incrementar la planta laboral, así como las instalaciones del Instituto.
Publicidad
