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lunes, abril 1, 2024
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Los hijos incómodos

El parecido con su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, es incuestionable. Cada uno de los rasgos del rostro de Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar divulga indiscretamente el parentesco. Ojos, nariz y tez de la joven de 31 años, sugieren el rostro de su padre, del capo más buscado de México y los Estados Unidos. Acaso la distingue su cabellera casi lacia y larga. La fotografía que utilizó para los documentos falsos con los que intentó cruzar la frontera entre Tijuana y San Ysidro, es la misma que otros carnés de identidad exhiben. Falsos todos. Licencia de manejar y credencial electoral federal con fotografía; en todos los casos la joven puso un domicilio en Tijuana, Baja California. Incluso y como se dirigía a Los Ángeles -presuntamente para dar a luz-, entregó al oficial de migración un permiso 1-98 para internarse más allá de las 50 millas en territorio estadounidense. El documento tenía fecha de entrega en agosto de 2012. Para los documentos apócrifos, quien le hizo el trabajo a la joven Guzmán utilizó documentos legales, una licencia con residencia en Tijuana a la cual le dejaron el nombre de la persona que sí la posee legalmente, también el domicilio. Solo cambiaron la fotografía por la de la hija de “El Chapo”. Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar ni siquiera estaba en el radar público. Tras la muerte de su medio hermano Edgar Guzmán López (mayo 2008), los nombres de su madre, madrastras y hermanos, se convirtieron en tema de dominio general. Como hijos de María Alejandrina Salazar Hernández (primera esposa de “El Chapo”), solo aparecían sus tres fraternos varones: César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo. Pero el viernes 12 de octubre en Tijuana, los genes jugaron en contra de la joven, cuya fisonomía actual es muy parecida a las fotografías más conocidas públicamente de su padre, que datan del 9 de junio de 1993 -“El Chapo” tenía 36 años-, al ser detenido y apresado en el Centro de Readaptación Social del “Altiplano” en el Estado de México; y las del 22 de noviembre de 1995 -38 años-, cuando fue trasladado al Penal de Puente Grande, Jalisco. De estatura más pequeña que su padre -mide 1.68 metros-, Alejandrina muestra un maquillaje discreto, casi imperceptible, buena textura de piel. El embarazo le hace lucir el peso de la próxima maternidad (siete meses) en una cara de estructura rectangular, con pómulos prominentes, similar a la del capo. Cejas delineadas pero pobladas como las del padre, ojos regulares profundos -en Gisselle levemente almendrados-,  nariz de perfil recto y punta redondeada, ligeramente más delgada que el patriarca, y el labio inferior más grueso que el superior, en forma de corazón alargado. Al ser detenida cuando intentó cruzar por la Garita de San Ysidro, identificada como la Puerta México en Tijuana, la joven no se veía diferente al resto de las madres de familia mexicanas que cruzaban la línea para comprar en San Diego, o vacacionar en alguna de las ciudades estadounidenses. Se formó en la zona para pasar a Estados Unidos a pie y, según los reportes policiacos, a pesar de ser hija de Joaquín Guzmán Loera, traer documentación falsa y estar embarazada, intentó cruzar sola. Algo que los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) están en posibilidad de saber y probar, ya que el cruce fronterizo está equipado con un amplio sistema de video vigilancia, y a la fecha no han anunciado ninguna otra captura o detención. Dada la mala calidad de los documentos y las primeras indagatorias, las autoridades del CBP presumen la posibilidad de que la hija de “El Chapo” haya tenido arreglos con alguno o algunos agentes de migración de los responsables de revisar las visas, con la finalidad de franquearle el paso. Aún investigan en búsqueda de los funcionarios corruptos, y esa es la razón por la que han mantenido hermetismo en la indagatoria. La joven mujer entregó su pasaporte mexicano a nombre de otra fémina mexicana con residencia en la Zona Este de Tijuana. Al ser pasado por el lector electrónico, el sistema emitió una alerta indicando que era falso, razón por la cual -conforme a protocolo- fue remitida a inspección secundaria, donde supuestamente estuvo recluida  menos de una hora. La inspección secundaria es un cuarto con un escritorio donde hay dos computadoras con sus respectivos oficiales, en todo alrededor contra la pared hay una banca. Cuando es detectada alguna irregularidad, el presunto infractor usualmente es trasladado a la habitación mencionada por dos o cuatro uniformados; no es común que tengan a más de una persona revisando. Dependiendo de la gravedad de la falta, los oficiales están facultados para solicitar que el ciudadano investigado se quite el pantalón, lo cual no es una regla. Pero sí le piden que deje todas sus pertenencias en una canasta: joyas, zapatos, bolsas y monederos. Ahí uno de los oficiales solicita una serie de datos y llena un formato. El siguiente paso es correr el nombre en una base de datos para corroborar que no existen antecedentes delictivos, cuando no hay delitos que perseguir les regresan sus carteras y se da un segundo interrogatorio. Conforme a los comunicados oficiales, Alejandrina Gisselle confesó “ser hija de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”, lo que no se sabe es si lo hizo antes o después que los agentes del CBP encontraron en su posesión, una serie de documentos falsos que la acreditaban como residente de una de las colonias de gente económicamente pudiente en Tijuana, con permiso para trasladarse a Los Ángeles, California.  Aunque las autoridades estadounidenses aseguran que la captura fue fortuita y niegan haberle dado seguimiento a la joven mujer antes de que ésta se presentara en la Garita de San Ysidro con un visa falsa, tan mal hecha que detectaron inmediatamente, algunas versiones locales indican la posibilidad de que fue denunciada o ya la habían detectado, y la estaban esperando. Lo primero que destaca en los reportes oficiales, es que Alejandrina no intentó obtener una visa con anterioridad, por lo menos con su nombre real, como en su momento lo hicieron sus hermanos.  También destaca el hecho de que está embarazada y estaba tratando de reunirse con el padre de su hijo en Los Ángeles, pero no precisan el nombre de su pareja sentimental. Dentro del operativo policiaco, resulta sorprendente que cualquier falsificador le haya dado o vendido, documentos alterados de tan mala calidad a la hija del hombre que, según el diario The New York Times y la revista Forbes, tiene tanta habilidad para los negocios que sostiene a 150 mil servidores y genera ganancias por alrededor de los mil millones de dólares, similares a las de la red social Facebook. La única información pública en la red indica que Alejandrina Guzmán está titulada -desde 2005, cuando tenía 24 años- como médica cirujana, graduada de la Universidad Autónoma de Guadalajara, una de las instituciones académicas privadas de mayor prestigio en México en la carrera de Medicina.   La detención Eran aproximadamente las 3:27 de la tarde del viernes 12 de octubre cuando la mujer, posteriormente identificada como Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, intentó ingresar a Estados Unidos a través de las líneas peatonales de la Garita de San Ysidro, utilizando un pasaporte mexicano que llevaba una visa estadounidense con el nombre “P.O.M.”, según establece la acusación formal en su contra. Al recibir el documento migratorio, el agente de Aduanas y Protección Fronteriza sospechó que era falso, por lo que la mujer fue conducida al área de inspección secundaria. Sus huellas digitales fueron sometidas a un sistema de identificación automatizado, el cual reveló que se trataba de una ciudadana mexicana y la relacionó con antecedentes del Servicio de Inmigración estadounidense. Guzmán fue interrogada voluntariamente y sin la compañía de un abogado, a pesar de que se le informó que tenía derecho a permanecer en silencio y no declarar sin previa asesoría jurídica. Confesó ser ciudadana mexicana y no contar con documentos legales para entrar a los Estados Unidos. La corrupción en Estados Unidos Luego de la aprehensión al sorprenderla el oficial de migración con los documentos falsos, la primera interrogante fue: ¿Cómo la hija del narcotraficante más buscado y más adinerado del mundo fue detenida y por esa causa? La realidad, confirmada por el hermetismo que ha sostenido la autoridad norteamericana para no proveer imágenes de los documentos y de la indocumentada, es la red de corrupción que en la oficina del CBP se develó a partir de este caso. La presunción oficial -comentada a ZETA extraoficialmente- es que había un acuerdo entre ciertas autoridades y los representantes de Guzmán Salazar, para que ésta cruzara la Línea sin problema alguno. Pero algo no salió conforme lo pactado y fue detenida. En estos momentos el sujeto de la investigación ha dejado de ser la hija del capo, para concentrarse en los agentes fronterizos que se habrían coludido para permitir el acceso de personas no gratas o indocumentadas a territorio norteamericano. En el caso de la hija de “El Chapo”, en el parte estadounidense así quedó plasmado: “El agente de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP son sus siglas en inglés), oficial Alex Venegas, declara bajo pena de perjurio lo siguiente como cierto y correcto: El 12 de octubre de 2012, aproximadamente a las 3:27 P.M un individuo de sexo femenino, después identificada como Alejandrina Gisselle GUZMAN-Salazar (Acusada) trató de entrar a los Estados Unidos desde Tijuana, México, en el Puerto de entrada de California en San Ysidro, a través de la entrada peatonal. La acusada presentó una Visa de No-Inmigrante de Estados Unidos contenida dentro de un pasaporte mexicano que mostraba el nombre “P.O.M.” al Oficial de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (oficial del CPB) y declaró que ella actualmente viajaba a San Ysidro, California. El Oficial del CBP inspección la Visa de No-Inmigrante presentada por la Acusada, y reconoció que era falsa. La acusada fue trasladada a un área de inspección secundaria para seguir el proceso. “En la inspección secundaria, la acusada fue sometida a una comparación de huellas dactilares por medio del sistema Integrado Automatizado de Identificación de Huellas (IAFIS) y del Sistema Automatizado de Identificación Biométrica (IDENT). El IDENT arrojó una coincidencia a la indagatoria, identificando positivamente a la Acusada como una ciudadana originaria de México, y vinculó a la Acusada con los récords del servicio de Inmigración. “A la Acusada se le hicieron saber sus derechos Mirada y eligió responder preguntas si el beneficio de un asesor. La Acusada declaró que es una ciudadana de México que no tiene documentos legales para entrar a Estados Unidos. La Acusada declaró que ella no ha aplicado para obtener permiso para entrar legalmente a Estados Unidos. La Acusada declaró que ella sabe que la Visa de No-Inmigrante de Estados Unidos contenida en el pasaporte mexicano alterado que ella presentó al Oficial del CBP no había sido legalmente emitida para ella. La Acusada declaró que su intención era entrar a Estados Unidos para viajar a Los Ángeles, California, para dar a luz a su hijo”. A las 2:24 pm del lunes 15 de octubre, Alejandrina fue presentada ante el Juez Magistrado Jan M. Adler en completo sigilo mediático y con un fuerte desplegado de seguridad. Fue una aparición inicial de rutina en la que se hizo de su conocimiento que se le acusaba de haber violado la sección 1546 del Título 18 del Código de Estados Unidos, al haber hecho un mal uso de un documento de entrada al país. Durante la sesión, también se fijó la fecha para la audiencia preliminar y de detención, que se llevará a cabo el jueves 25 de octubre a las 2:00 pm en la Sala A de la Corte de Distrito de San Diego. Son dos los abogados que defenderán a Guzmán: Jan Ronis, quien defendió a Benjamín Arellano Félix, y Guadalupe Valencia, miembro del equipo jurídico que interpuso la demanda en contra del Gobierno de Estados Unidos por el asesinato del migrante mexicano Anastasio Hernández, ambos renombrados juristas de la ciudad de San Diego. Una vez concluida la primera sesión en la Corte, dos agentes federales de Estados Unidos filtraron a la agencia de noticias estadounidense La Prensa Asociada (AP) que la mujer que había sido presentada esa mañana había manifestado durante su arresto, ser hija de Joaquín Guzmán Loera; sin embargo la Fiscalía del Distrito Sur de California no ha confirmado de manera oficial su vínculo con el narcotraficante más buscado en ese país. A pesar de su posible parentesco con “El Chapo”, abogados consultados por ZETA explicaron que de no contar con antecedentes migratorios o penales, Alejandrina podría salir libre bajo fianza, al igual que cualquier otro ciudadano extranjero que se internó ilegalmente a los Estados Unidos, para después ser deportada hacia México. Aunque la pena máxima para este delito es de cinco años de cárcel y una multa menor a 250 mil dólares, ése solo es el tope de la condena que le podría ser impuesta. Será el juez quien determine cómo se cometió el delito y la situación física de la imputada. Contra los hijos Entre junio de 2011 y septiembre de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), ha publicado los nombres de una serie de empresas que de acuerdo a investigaciones de su gobierno, pertenecen al Cártel de Sinaloa, con la instrucción de congelar sus cuentas en aquel país y prohibir a los estadounidenses hacer operaciones comerciales y/o financieras con tales compañías y personas. Como parte de la estructura criminal del Cártel de Sinaloa, se incluyeron los nombres de las esposas del capo: Griselda López Pérez, alias Karla Pérez Rojo, y Alejandrina María Salazar Hernández, con sus hijos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, de apellidos Guzmán Salazar. Desde entonces, los titulares de los periódicos que dan voz a funcionarios norteamericanos han precisado que el gobierno anglosajón va contra los vástagos y las esposas -por lo menos la primera y la segunda-  de “El Chapo” Guzmán. Tras el primer reporte del Departamento del Tesoro y la teoría fundada de que el cártel sinaloense de “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada, se maneja como una empresa familiar, las listas con los nombres de los herederos se estuvieron publicando por diversas vías. Los hijos de Griselda López, Edgar (acribillado el 8 de mayo de 2008), Joaquín, Ovidio  y Griselda Guadalupe Guzmán López; los herederos de Alejandrina Salazar, Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y César Guzmán Salazar; y las mellizas de menos de un año de nacidas, de la ex “Señorita Sinaloa”, Emma Coronel Aispuro. Se cuestionaba la existencia de Griselda Guadalupe, pero no se había dicho nada de Alejandrina Gisselle Guzmán. A la fecha, la existencia de los  hijos del capo solo ha ocupado las planas mediáticas por muertes o  detenciones  -reales y ficticias- relacionadas con las actividades delictivas de su padre. El primer dato mediático de estos jóvenes se dio en el año 2000, cuando su padre llevaba siete años en prisión, tres meses antes de que se fugara. Conforme al reporte policiaco, la noche del 16 de octubre, César Guzmán Salazar, de entonces 22 años, circulaba por las calles de Guadalajara, Jalisco en una camioneta Cadillac blanca con blindaje de nivel cinco. Le marcaron el alto para una revisión rutinaria porque el ostentoso vehículo “resultó sospechoso”. El tripulante no obedeció e intentó huir. Lo persiguieron y lo alcanzaron en los cruces de López Mateos y Chapalita, donde se detuvo porque los uniformados dispararon a las llantas traseras y las poncharon. Revisaron y no tenía antecedentes delictivos, ni traía nada ilegal en el auto. Sin embargo, lo remitieron a la Fiscalía Especializada en Homicidios Intencionales de la Procuraduría General de Justicia del Estado para interrogarlo respecto a los homicidios que en Jalisco se estaban cometiendo por decenas en aquella época.  El joven no dijo nada y salió libre. Pasaron cinco años, para que en junio de 2005 fuera detenido su hermano, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, en Zapopan, Jalisco. Originalmente se habló de una infracción de tránsito, después se especificó que un juez federal concedió una orden de aprehensión por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, por el que fue condenado a cinco años de prisión. Fue liberado antes de cumplir tres años, el 11 de abril de 2008, cuando el Magistrado del Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal de la Ciudad de México, Jesús Guadalupe Luna Altamirano, dictaminó que la fiscalía federal no había aportado pruebas suficientes de que el dinero que utilizó para probar que el dinero de sus cuentas bancarias (900 mil pesos) y la compra de un vehículo de lujo (valor de 500 mil pesos comprado con presunto apoyo de su prima Claudia Elenes Salazar), provenía del narcotráfico. Lo hijos de “El Chapo” Guzmán volvieron a ser noticia el 11 de mayo de 2008, cuando Edgar Guzmán López (22 años), quien estudiaba Administración de Empresas, fue asesinado por un comando que los atacó con armas largas y bazucas, en el estacionamiento del centro comercial City Club, en el desarrollo urbano Tres Ríos, cuando estaba acompañado de su tío y su primo César Ariel Loera Guzmán, quienes también fueron ultimados. En la escena del crimen lo identificó su pareja y madre de la nieta de “El Chapo”, Frida Muñoz Román. En marzo de 2009, tras la captura de Vicente Zambada, hijo de “El Mayo”, el otro líder de la mafia sinaloense, salió a la luz pública una acusación abierta por la Corte Federal de Chicago en el Distrito Norte de Illinois, a cargo del juez Rubén Castillo y abierta en contra del cártel de Guzmán y Zambada, donde el principal acusado detenido era precisamente “El Vicentillo” (el inicio de ese juicio continúa pendiente), sin embargo el organigrama incluía, además de los poderosos padres, a Iván Archivaldo “El Chapito” y Jesús Alfredo “El Gordo” Guzmán Salazar como parte de ese grupo del crimen organizado; situación que se hizo pública en 2011. Periodo en que su medio hermano Ovidio Guzmán López también fue identificado por los estadounidenses como parte importante en la estructura criminal del Cártel de Sinaloa. En marzo de 2010, como parte de un operativo federal implementado en el país contra el Cártel de Sinaloa, fue detenida en su casa de la colonia Las Quintas en Culiacán, su madre Griselda López Pérez, en un trabajo coordinado de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Policía Federal y Ejército Mexicano. También ella salió libre de cargos “con las reservas de Ley”, casi de manera inmediata. Con excepción de las apariciones permanentes de “El Chapo” en la revista Forbes desde 2009, su boda con Emma Coronel en 2007 y la noticia del nacimiento -15 de agosto de 2011 en un hospital de Antelope Valley, al noreste del Condado de Los Ángeles en California- de las mellizas procreadas entre ambos, la familia regresó a la palestra, cuando del Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió alertas en su contra (mayo-junio de 2011 y septiembre de 2012).  Actualmente sus hijos Archivaldo y Alfredo enfrentan, junto con otras 36 personas ante el Gobierno de Estados Unidos, solicitudes de extradición y cargos por presunta participación en la distribución de cocaína y heroína en ocho estados de la Unión Americana, así como en Canadá. Liberados Al resurgir el tema de los hijos de Joaquín Guzmán Loera con la detención de Alejandrina Gisselle, Griselda López, y después con el abatimiento a balazos de Manuel Torres Félix “El Ondeado” -sicario de “El Mayo” Zambada-, la  segunda esposa de “El Chapo” salió a la defensa de su hijo Ovidio (libre, pero indiciado junto a Vicente Zambada y su padre), asegurando al periódico El Noroeste que él no se dedica a trasegar droga de Guzmán. Esto en respuesta al anuncio de la Secretaría de la Defensa Nacional, hecho el 12 de octubre de 2012, sobre la muerte de Torres Félix. Agregaron que “… junto con Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, coordinaba la recepción y trasiego de droga por vía marítima en Chiapas y Oaxaca, procedente de Sudamérica”. “El señor Guzmán me lo engendró (a Ovidio), pero yo no he dejado que mis hijos hagan lo que su padre”, declaró López Pérez ante el medio de comunicación, al cual de igual manera, citó que los vástagos del narcotraficante no tienen la culpa de ser sus hijos. También el libertad después de haber entrado en julio de 2011, y salido en septiembre del mismo año de Estados Unidos, está la última esposa conocida del capo, Emma Coronel Aispuro, ciudadana americana, tampoco enfrenta cargos criminales ni ha sido cuestionada por su estrecha relación con el narcotraficante; incluso se puede desplazar libremente por territorio norteamericano, lo mismo que sus pequeñas hijas. Una vez solventada la sentencia por uso de documentación falsa, Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar será deportada y, conforme al protocolo, boletinada -por si intenta tramitar una visa, ésta le será negada-, pero no enfrentará mayores cargos al no existir expedientes delictivos en su contra en ninguno de los dos lados de la frontera.   El mismo día que la joven fue interceptada en la frontera Tijuana-San Ysidro, en el poblado Oso Viejo de Culiacán, Sinaloa, el Ejército mexicano abatió en un enfrentamiento a balazos a Manuel Torres Félix “El M1” y/o “El  Ondeado”.  Conforme a las autoridades, el operativo antes mencionado habría iniciado el 11 de agosto, luego de que las fuerzas federales enfrentaran una serie de ataques armados en Cosalá, Sinaloa.


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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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